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¿Cómo puedo ayudar a mi hijo con dislexia?

Encontrarse ante una situación de dificultad de aprendizaje de la lectura o escritura supone, en muchos casos, estar desorientado. No suele ser algo que entre en los planes, no se prevé. Por ello, inicialmente es difícil saber cómo actuar, qué pasos seguir. Lo primordial es tener en cuenta que durante el aprendizaje de la lecto-escritura cada niño lleva un ritmo, y eso no implica necesariamente que por ser más lento vaya a tener dislexia.

EjerciciosDislexiaSin embargo, sea o no dislexia el diagnóstico final, ante estos casos lo más recomendable siempre es NO ignorarlo. El diagnóstico definitivo de la dislexia puede demorarse incluso varios cursos (al menos hasta 2º o 3º de primaria, cuando la lectura debería estar interiorizada), y el mejor momento para intervenir sobre las dificultades de aprendizaje de la lectura son las edades más tempranas. Si finalmente la dislexia se confirma, habremos aprovechado la mejor época para intervenir, y, en caso de que no lo sea, sólo habremos colaborado a mejorar la lecto-escritura. Aquí tenéis algunas orientaciones que podéis seguir si os encontráis ante un caso similar a este y no sabéis cómo reaccionar ni qué podéis hacer.

Desde casa no sólo nos tendremos que resignar a mirar cómo avanza o no nuestro hijo en la lectura y escritura. Tenemos la opción de colaborar codo con codo con nuestro peque, y ayudarle en lo que podamos, que vea que estamos de su lado. Actualmente la intervención se centra sobre el fomento de la conciencia fonológica. En caso de que finalmente se confirme el diagnóstico de dislexia en nuestro peque, acudirá a algún tipo de intervención en el cole o en otro centro, y podremos hablar con ellos y pedir orientación sobre qué podemos hacer desde casa, ya que serán específicas para sus dificultades concretas.

Aquí os propongo algunas ideas que se centran en la mejora de la conciencia fonológica y ayudan a mejorar así el nivel de lectura, tanto de personas con dislexia como sin ella. Lo más básico y primero que el peque tiene que lograr es aprender a identificar las sílabas o golpes de voz y trabajar con ellas.

-   Segmentación en sílabas: La actividad más sencilla y la primera que debe aprenderse es reconocer cada sílaba que tiene una palabra. Para ello, tendremos una serie de palabras preparadas en tarjetitas individuales (inicialmente palabras cortitas y sencillas y luego aumentando su dificultad). En cada tarjeta el peque deberá romper cada palabra en sus sílabas. Inicialmente, si le cuesta, le ayudaremos dando un golpe en la mesa por cada sílaba. Luego será él quien de los golpes para que le ayuden, hasta que finalmente no le haga falta ninguna ayuda. Ejemplo: “Caracol” sería “ca-ra-col”.

-    Omitir una sílaba: Esta tarea implica, además de reconocer cada sílaba, la memoria de trabajo, es decir, la capacidad de operar con ellas. Para ello, con cada tarjeta el peque deberá eliminar la sílaba de la palabra que le digamos. Si, por ejemplo, con la palabra “caracol”, le pedimos que elimine la segunda sílaba, el resultado sería “ca-col”.

-   Sustituir una sílaba: Es una variación del ejercicio anterior. Su tarea será que en cada palabra tendrá que sustituir la sílaba que le indiquemos por otra. Un ejemplo sería que cambie la segunda sílaba de la palabra “caracol” por “si”, y el resultado sería “ca-si-col”.

-   Encontrar la sílaba común: En este caso tendremos dos palabras que tengan una sílaba en común. Se las leeremos al peque, quien tendrá que encontrar esa parte de la palabra que suena igual en las dos. Por ejemplo, con la palabra “caracol” y la palabra “colmena”, la sílaba común es “col”.

-   Ordenar las sílabas: En este caso habremos escrito cada sílaba en un pedacito de papel, y se las daremos al niño sin que estén en orden. Lo que tendrá que hacer será reordenarlas para conseguir formar una palabra con sentido. Por ejemplo, habría que formar la palabra “caracol” con las sílabas “col”, “ra” y “ca”.


Espero que estas actividades os hayan sido de ayuda para tener más ideas de cómo podéis ayudar a vuestros peques desde casa. Como siempre, ¡armaros de paciencia y a aprender jugando y compartiendo tiempo con ellos!


Belén Tomé - Psicóloga


¿Qué es la dislexia?

La dislexia se enmarca dentro de los un grupo de trastornos denominados “Dificultades de Aprendizaje” (DA). Dentro de esta agrupación podemos encontrar diferentes subtipos de  dificultades de aprendizaje, como pueden ser:
-       Problemas escolares: El alumno presenta dificultad para aprender por alguna causa externa a él, como falta de   motivación o problemas en el cole o en casa.
-       Discapacidad Intelectual Límite: Presentan dificultad para aprender en general.
-       Dificultades Específicas de Aprendizaje (DEA): En este subgrupo se enmarca la dislexia y la discalculia.

Quien tiene una Dificultad Específica de Aprendizaje no tiene problemas intelectuales, no se debe a un mal programa formativo, no es por falta de motivación o de esfuerzo... Tener DEA tampoco se debe a problemas físicos y psíquicos. Es decir, se tiene todo lo necesario para aprender algo, pero no lo aprende. Y es precisamente el último factor el que hace que quien intenta enseñar una determinada materia a alguien con dislexia o discalculia se frustre, porque es difícil de comprender, es difícil ponerse en su piel.


Lo más curioso de las Dificultades Específicas de Aprendizaje ya se pude entrever en su nombre: Son específicas. Es decir, a alguien con dislexia SÓLO le costará el aprendizaje de la lectura (al menos los primeros cursos, más adelante es posible que empañe el aprendizaje de otras asignaturas que basan su aprendizaje en la lectura), y alguien con discalculia presentará dificultad de aprender SÓLO los cálculos numéricos. Por eso nunca se debe confundir a alguien con dislexia o discalculia con alguien “vago”, ni mucho menos “tonto”. Consiste en una incapacidad funcional para recibir y procesar esa información específica.

Inicialmente la dislexia implica el problema principal de dificultad en el reconocimiento de letras, conversión grafema-fonema (de la letra escrita en su sonido), múltiples sustituciones de letras, omisiones, adiciones, inversiones, lentitud, tanto en la lectura como en la escritura. En los primeros años no se suele dar mucha importancia a sus dificultades porque el niño suele ir pasando de curso con su trabajo, y suelen pasar desapercibidos, ya que no llaman mucho la atención al sólo fallar en una materia entre tantas.

Al no solucionarse, se dificulta a largo plazo el aprendizaje de la comprensión de palabras, de textos y el aprendizaje de otras materias (como la imposibilidad de aprenderse un libro de texto de ciencias naturales si te lleva muchísimo tiempo y no entiendes nada de lo que lees, como podemos ver en este ejemplo).

Y lo más preocupante, se suele asociar a pérdida de motivación por los estudios y al abandono escolar, en muchas ocasiones por la falta de conocimiento sobre la dislexia en los coles, la falta de comprensión y de apoyo que reciben estos alumnos, que hace que se crean lo que otros les hacen creer, “que no valen para eso”. No hay más que ver el vídeo de este enlace: El poder de tus palabras en el rendimiento de niños con dislexia.

Por ello, nunca se puede acusar a alguien con dislexia de falta de esfuerzo, de falta de interés… En muchas ocasiones se esfuerzan más que otros niños, y aun así no consiguen lo mismo objetivos. Lo que deberíamos hacer es todo lo contrario, reforzar cada uno de sus esfuerzos, independientemente de si el resultado es acertado o no, para que siga esforzándose y con el tiempo, su lectura y escritura vaya mejorando.


Belén Tomé   -   Psicóloga


Juegos para mejorar la escritura en niños con dislexia

Al comenzar el aprendizaje de la lectura y la escritura es muy frecuente que se produzcan diversos errores. Hay muchos ejercicios que podemos realizar desde casa para tratar de solucionarlos y fomentar su aprendizaje. Realizar divertidos ejercicios con nuestros pequeños puede ser beneficioso tanto si sospechamos que pueden tener dislexia, así como simplemente para fomentar un aprendizaje efectivo. No es necesario que se confirme un diagnóstico de dislexia o dificultad de aprendizaje de la lecto-escritura para trabajar con nuestros peques.

Algo que debemos tener en cuenta es tratar de solucionar las dificultades que se presenten tan pronto como sea posible, para mantener el ritmo de aprendizaje acorde con el del resto de la clase. En caso de que las dificultades se presenten y no se solucionen o se trabajen, éstas no irán a mejor, sino que se irán acumulando. Inicialmente serán pocas la tareas de la lectura que se realizarán (como reconocimiento de letras, de su sonido, de sílabas…), pero poco a poco se irán aumentando las actividades a realizar (lectura de palabras, de textos, comprensión lectora…). Si no superamos las dificultades en las tareas básicas, tampoco desarrollaremos adecuadamente los siguientes requisitos, y cuanto más tardemos en trabajarlo más problemas a tratar encontraremos.

Lo primero que tenemos que hacer es identificar la dificultad concreta que tiene el niño, y adaptar el ejercicio a esa dificultad. Uno de los primeros problemas que encontramos cuando comienza el aprendizaje de la escritura es que omita alguna letra, confunda una letra con otra, o que invierta dos letras. Para ello, una divertida actividad que podemos hacer en casa con nuestro peque sería jugar a los detectives de letras, para lo cual emplearemos las letras que sabemos que al peque le cuestan más (como palabras con m y n si sabemos que las confunde). También es una dificultad muy frecuente que se unan o fragmenten palabras al escribir una frase, para lo cual podemos jugar a detectives de palabras.

Otra opción muy eficaz para que el niño adquiera la conciencia de dónde empieza y termina cada palabra consiste en preparar una serie de frases que escribiremos con todas las palabras unidas. La tarea del niño con dislexia, o que presente una dificultad específica en esta actividad, será separar cada palabra de la anterior con una rayita vertical. Es recomendable que inicialmente las oraciones que le propongamos al peque sean muy sencillitas, para que lo haga correctamente y se sienta competente en la tarea. Posteriormente iremos alargando las frases y poniendo palabras menos conocidas. También es muy importante que le felicitemos siempre que lo haga bien y que no perdamos la paciencia ni lo regañemos cuando falle. Tenemos que recordar que no es falta de interés ni falta de atención, sino que realmente presenta una dificultad específica que escapa a su control y le requiere más esfuerzo que a los demás. Tenemos que ponernos en sus zapatos para darles el mayor apoyo y comprensión.

Soyalto  -  Soy/alto
MellamoJuan  -  Me/llamo/Juan
Tengounperro  - Tengo/un/perro
Megustajugaraltenis  -  Me/gusta/jugar/al/tenis
Tengodoshermanosmayores  -  Tengo/dos/hermanos/mayores
Cuandosalgodeclasejuegoenelparque  -  Cuando/salgo/de/clase/juego/en/el/parque


Belén Tomé  -  Psicóloga

Divertidas actividades para mejorar la escritura en personas con dislexia.

Como siempre, lo primero que tenemos que hacer ante un caso de dislexia o ante la presencia de dificultades en la lecto-escritura, es encontrar las dificultades concretas que presenta la persona, ya que, como en todas las cosas, cada persona con dislexia es un mundo. Una vez que tengamos una lista bien definida de dónde se cometen más errores (lo cual sabremos con la simple observación de su lectura y escritura, anotando los errores más frecuentes) ¡podremos empezar a trabajar y a ayudar por nuestra cuenta! Aquí os ayudaremos con algunas actividades muy amenas para mejorar la escritura de niños con dislexia.

Si los errores más frecuentes son la omisión de letras, la inversión, la sustitución de unas letras por otras en la escritura, podríamos comenzar con este juego que mejora la escritura de palabras. Si los errores más frecuentes son la unión y separación de palabras, con el juego que veremos aquí seguro que conseguimos mejorar un montón. Yo he utilizado este juego varias veces ¡y los niños escriben cada vez mejor!

Tenemos que tener en cuenta que empezaremos con frases cortitas, con palabras cortas y fáciles, que ya conozca el niño, para que al principio se puedan centrar sólo en separar bien las palabras. Poco a poco, irán haciendo la separación correcta casi sin tener que pensarlo, e iremos alargando tanto las frases como las palabras que las componen. Además, al mejorar la escritura, con la práctica ayudaremos a mejorar también la lectura.

Una vez hayamos pensado en varias frases fáciles y cortitas, las numeraremos (del 1 al 6, por ejemplo), y dejaremos que sea el propio niño quien elija por qué número quiere empezar, para que se sienta partícipe del juego, que vea que él también puede decidir en algo. Ahora le proponemos el juego para mejorar la escritura en personas con dislexia:

¡Vamos a jugar a detectives de palabras! Tenemos una lista de 6 frases, y nuestra misión va a ser encontrar todas las palabras que están escondidas en cada frase. ¿Tú crees que podremos? Estoy segura de que sí, ¡entre los dos lo conseguiremos! A continuación le pedimos al niño que comience diciendo un número de la lista (en este caso del 1 al 6), y seguimos los siguientes pasos:

-    Leemos la frase que el niño ha elegido sin que la vea escrita. Por ejemplo: “Me encanta salir con mis primos”.
-    Le decimos que coloque las manos encima de la mesa con los puños cerrados, y vamos estirando un dedo de su mano al nombrar cada palabra de la frase (cuando sepa hacerlo, dejamos que lo haga él solo, sin nuestra ayuda): En este caso tendremos que terminar con 6 dedos, ya que la frase tiene 6 palabras.
-   Representamos en un folio cada una de las palabras, por ejemplo, con una línea (sobre la cual luego tendremos que escribirla). En este caso dibujaremos 6 líneas sobre las que más adelante escribiremos cada una de las 6 palabras de la frase.
-     Nos aseguramos de que el niño sabe qué representa cada una de las líneas (que reconozca que cada línea es una palabra). Vamos señalando cada línea y pidiéndole que nombre la palabra que representa.
-    Le preguntamos qué palabra cree que va a ser más difícil de escribir de las que hemos encontrado en esa frase, y la marcamos con una crucecita para acordarnos luego de prestar más atención a la hora de escribirla. En este caso, podría ser primos, ya que tiene una sílaba trabada (PRI-mos).
-    Comenzamos por la primera línea: Le pedimos al niño que nombre la apalabra que representa, y dejamos que pase a escribirla, con el tiempo que necesite. Posteriormente, pasamos a la segunda palabra, dejando claro que son dos palabras separadas, y que, por lo tanto, se tienen que escribir separadas. Y así hasta terminar con toda la frase, prestando más atención a las palabras marcadas con una crucecita.
-  En las palabras marcadas con una crucecita podemos ayudarnos del juego para mejorar la escritura de palabras (con los cuadrados de cada sílaba y cuadraditos para cada letra). Este sería un  ejemplo del ejercicio:

Ejercicios dislexia

Una manera de hacerlo más divertido es seleccionar frases que tengan sentido y otras que no (como “los elefantes son rosas” o “me pongo los zapatos en las orejas”), para que los niños tengan que decidir, además, si las oraciones son reales. Además, de hacer que los niños se diviertan más, se sienten más competentes, ya que debido a que en la dislexia las dificultades sólo están en la lecto-escritura, les será una tarea muy fácil decidir si la frase que les leamos tiene sentido o no, y se sentirán mucho más autoeficaces al acertar siempre.

Los pasos que no sepa hacer él solo desde el principio los haremos nosotros, pero en cuanto veamos que el niño puede hacer algo por sí mismo, retiraremos nuestra ayuda (cuantas menos ayudas le demos mejor). El objetivo final es que piense en dónde empieza y termina cada palabra sin necesitar siquiera las líneas, aunque para esto necesitaremos varios días de práctica.

¿Qué tal os ha ido a vosotros? ¡Me encantaría saber si os ha servido de tanta ayuda como a mí!


Belén Tomé - Psicóloga


¿Por qué es importante saber si tienes dislexia?

Últimamente se está difundiendo mucha información sobre la dislexia, y está empezando a ser un tema de interés, a diferencia del completo desconocimiento (con su consecuente indiferencia) que había años atrás. Pero, ¿por qué tanto revuelo? ¿Por qué están apareciendo tantos “test para saber si tienes dislexia”? ¿Por qué tantos “test para saber si tu hijo es disléxico? Este boom con el diagnóstico de la dislexia puede deberse a su importancia en la vida cotidiana de quien la padece, y a la posibilidad de evitar estas implicaciones con una intervención temprana.

Para los despistados: La dislexia consiste en una dificultad específica para aprender a leer (y normalmente también a escribir). Y aquí tenemos que fijarnos en la palabra “específica”, es decir, que el problema está solo en la lecto-escritura. Y entonces, ¿por qué es tan importante ese diagnóstico de dislexia o dificultades en la lecto-escritura? Precisamente porque las dificultades seguirán siendo específicas solo al principio, en los primeros años. Por eso, cuanto antes nos demos cuenta y hagamos algo, mejor.

EjerciciosDislexiaCuando comienza el aprendizaje de la lectura y la escritura se estudian las letras, las sílabas, palabras… Luego breves lecturas con palabras simples, para que puedan centrarse en entender el texto en lugar de en descifrar las palabras. Si alguien se ha quedado atrás podrá compensar su déficit y lograr la comprensión lectora gracias a que no necesitará mucho esfuerzo para descifrar esas palabras y que el significado del texto es simple. Sin embargo, poco a poco los textos se van complicando, con palabras cada vez menos conocidas, y significados más complejos. Esto hace que centren todas sus capacidades en descifrar las palabras y entenderlas, complicando el encontrar un sentido a lo leído.
Posteriormente, el resto de asignaturas emplean este tipo de textos, complejos, para el aprendizaje de otras materias. Por ejemplo, los problemas de matemáticas cada vez tendrán enunciados más largos y difíciles, lo que puede hacer que el niño se centre en intentar descifrar las palabras y olvide lo que le están pidiendo. Por ello, no sabrá qué operaciones matemáticas ha de realizar, aunque sepa hacerlas a la perfección.

Además, sólo se aprende a leer leyendo y debido a que, en muchas ocasiones, lo único que los niños con dificultades de lectura o dislexia consiguen al enfrentarse a textos tan complejos es frustración, tratarán de evitar la lectura, lo que termina aumentando sus dificultades.

Esto es llamado el “efecto bola de nieve”, porque se asemeja a si dejamos caer una bola de nieve en lo alto de una montaña, que por mucho que al principio sea muy pequeña (las dificultades estén centradas en la lectura), a medida que rueda irá cogiendo más y más nieve, haciéndose cada vez más grande (las implicaciones serán cada vez serán mayores).

Por todo esto, vemos la importancia de un diagnóstico temprano, cuanto antes mejor, para lograr una intervención que se adapte a las necesidades de cada niño, evitando que las dificultades empañen el resto de las capacidades intactas de los pequeños. En caso de que os sentáis identificados y busquéis cómo mejorar la comprensión lectora, aquí podemos encontrar algunos truquillos más.
Ante todo, no aceptemos un “es que el niño no se esfuerza”, cuando sabemos perfectamente que sí lo hace. ¡Seguiremos trabajando!


Belén Tomé - Psicóloga


¿Cómo se siente alguien con dislexia?

Si conocéis a alguien a quien han diagnosticado dislexia o dificultades en la lectura, es posible que nos surja una pregunta fundamental: ¿Cómo se siente alguien con dislexia? ¿Qué es lo que ocurre cuando se enfrenta a la lectura? Esto es algo que deberíamos tratar de entender para ayudar lo mejor posible a un niño disléxico. Al ponernos en su situación, nos será más fácil entender cómo se siente y no perder la paciencia al tratar de ayudarle a enfrentarse a la lectura.

Hace poco, un estudiante de ingeniería estaba resolviendo uno de sus problemas cuando se me ocurrió leer su respuesta:
“La razón por la que no ocurre esto reside en el optoacoplador, ya que el fototransistor no llega a saturarse, haciendo trabajar a este en la zona lineal y teniendo una caída de tensión dependiente de la corriente del diodo del optoacoplador. Aquí interviene la CTR (Razón de transferencia de corriente) del optoacoplador la cual nos da la relación existente entre la corriente de entrada y la de salida, esta relación es la causante de que la corriente de salida del opto no sea nunca muy grande y que los 12V caigan en el optoacoplador y no en Vbe2…”


Él, tan acostumbrado a ese lenguaje y ese tipo de problemas,  lo leía sin problema. Yo necesité mucho más tiempo para descifrar cada palabra desconocida. Iba leyendo sílaba por sílaba hasta conformar las palabras, e incluso entonces, no encontraba significado para ellas. Intentaba utilizar el contexto del texto para entender la explicación, pero era imposible al no haber conseguido entender nada del texto y haber olvidado lo que decían las frases anteriores (al tener que centrarme en descifrar las siguientes). ¿Os ha ocurrido esto mismo?

¿Y qué tiene esto que ver con vuestro hijo con dislexia? Muchos de ellos, como nosotros en este caso, se enfrentarán a cada palabra como si fuese desconocida, como si fuese la primera vez que la ven. Irán leyendo sílaba por sílaba, y uniéndolas hasta conformar las palabras, para luego buscar en su mente el significado de cada una de ellas. Es posible que sí sean capaces de encontrar el significado de las palabras, pero la mente tiene unas capacidades limitadas. ¿Qué quiere decir esto? Que cuando hayan conseguido entender la primera palabra, y se vayan a enfrentar a la siguiente, sus recursos estarán tan centrados en descifrar sus sonidos y unirlos hasta encontrar su significado conjunto, que será muy difícil retener a la vez en la memoria que ya habían entendido. Lo más probable es que el resultado final sea una falta total de comprensión y, lo peor de todo, el aumento de la frustración.


Por ello, a la hora de tratar de ayudarles tenemos que tratar de entender que no es que no pongan de su parte o no se esfuercen, sino todo lo contrario. Se esfuerzan más que el resto, y aun así, no obtienen los mismos resultados. Por ello necesitan nuestro apoyo y empatía, no reprimendas. La paciencia tendrá que ser nuestra aliada. ¡Ánimo!


Belén Tomé - Psicóloga


11 curiosidades de las personas disléxicas ¿Cuánto sabes sobre la dislexia?

Ser disléxico también tiene ventajas. Aquí encontrarás 11 curiosidades de las personas con dislexia que seguro que no sabías:


1- Los disléxicos tienen más capacidad de visualización: 

En los disléxicos el pensamiento en imágenes es de 400 a 2000 veces más rápido que el pensamiento verbal, y no sólo eso, también es más completo y profundo, ya que una imagen siempre se ajustará más fácilmente o lo que quiera expresar o significar una palabra.

2- Muchos genios han sido disléxicos

Hay un gran número de mentes destacadas en distintas materias que han tenido dislexia. Desde científicos como Albert Einstein y Thomas Edison, a artistas como Leonardo Da Vinci o Walt Disney. No fueron genios superando su incapacidad, lo fueron gracias a ella, así que en ocasiones la dislexia puede ser un talento que se manifiesta de menor o mayor manera en la gente.

3- Los disléxicos pueden ser más intuitivos que otras personas: 

Las personas que razonan de forma visual pueden darte la respuesta de ejercicios matemáticos sin llegar a usar ni lápiz ni papel, y los resuelven sin la necesidad de seguir el proceso convencional. Einstein llegó hasta la teoría de la relatividad súbitamente, como si fuese una intuición cuando en realidad es una forma muy desarrollada de razonamiento que para otros es muy difícil de entender.

4- Las personas con dislexia son más curiosas que los demás: 

El pensamiento de los disléxicos usa todos los sentidos para conocer el entorno y funciona con más rapidez que el de otras personas, lo que provoca que los que quienes tienen dislexia tengan más curiosidad por lo que ocurre a su alrededor. Si esta habilidad no se inhibe desde el exterior, puede llegar a producir una gran capacidad creativa.

5-  Puedes ser disléxico en un idioma y en otro no: 

Este es un caso muy curioso y no suele darse muy a menudo, pero algunas personas bilingües han demostrado tener síntomas de dislexia en uno de los idiomas que dominan, mientras que en el otro no tienen ningún problema para leer y escribir. ¡Qué suerte! este es el estudio.

6-  La dislexia se debe a ciertas anormalidades neurológicas que pueden ser tratadas: 

Las redes de conexiones neuronales que conforman los circuitos lingüísticos no están ordenadas correctamente. Los errores neuronales se presentan en los lóbulos temporal, parietal y frontal izquierdo de cerebro, actualmente existen programas de ejercicios clínicos para tratar la dislexia que permiten estimular los módulos cerebrales dañados. Yo suelo utilizar CogniFit en la intervención y la verdad es que se nota cómo los peques mejoran sus destrezas, prometo escribir en breve un post dedicado este programa.


7-  La dislexia no está relacionada con la inteligencia: 

Las personas que padecen dislexia no son menos inteligentes, simplemente tienen una disfunción estructural en una determinada red nerviosa, en un determinado módulo independiente, que les impide procesar la información y acceder a ella normalmente. Este déficit en las conexiones neuronales que procesan el lenguaje afecta sistemáticamente al aprendizaje porque dificulta la lectura, escritura y en general, la decodificación fluida de cualquier símbolo.


8-  Las personas afectadas por dislexia presentan menores niveles educacionales y mayor tasa de desempleo: 

Es paradójico que la dislexia no esté ligada a la inteligencia, en cambio estudios demuestran que sí está asociada al fracaso escolar y a mayores tasas de desempleo. Muchas veces esta patología sigue confundiéndose en el cole con falta de esfuerzo o de interés. Cuando un alumno no obtiene buenos resultados en el aula, lo más cómodo es pensar que es porque no se esfuerza, porque es vago, inmaduro, porque no quiere trabajar en casa, o porque no le interesa estudiar.  Y aún más grave si cabe, esta dificultad también se puede atribuir a una falta de capacidad, o dicho más vulgarmente, a que el niño “es tonto”.
Apenas existen implantadas estrategias de detección precoz durante el proceso escolar, de modo que es probable que el sistema haya conducido a muchas personas con dislexia a creerse a que son menos válidos que el resto, peores estudiantes y menos inteligentes. 

9-  Más del 40% de los alumnos que abandonan la escuela sufre dislexia: 

Un dato bastante curioso y triste, sobre todo, teniendo en cuenta que este estudio publicado por Eurostat determina que España tiene el índice de abandono escolar más alto de toda la UE.  ¡Un 21.9% de nuestros jóvenes abandona el colegio! (Este porcentaje duplica la media Europea 11,1%). Si se implementasen estrategias de detección precoz de la dislexia en el aula. ¡Podría reducirse el abandono escolar nada menos que un 40%! 


10-  Hay investigaciones que afirman que el 30% - 48% de los presos ¡Padece dislexia!:

Hay estudios que afirman que la dislexia es una patología bastante común entre los delincuentes, los porcentajes de prevalencia varían dependiendo de la investigación, pero se determina que alrededor del 30%-48% de los presos ¡Es disléxico! ¿Y esto a qué puede deberse? Ya hemos hablado antes de que el sistema de educación actual puede conducir a muchos niños con dislexia a creerse menos válidos, menos inteligentes y más torpes que el resto. Una vida llena de fracasos, incomprensión, estrés y esfuerzo no recompensado puede determinar nuestra etapa adulta de forma crucial. 

Y para terminar la lista, una ventaja bastante curiosa de las personas con dislexia ¡Que me ha encantado!

11-  Existen investigaciones que afirman que el 40% de los ricos ¡Son disléxicos!: 

Una curiosa investigación publicada por el grupo Tulip Financial Research y publicada en el dominical ‘The Sunday Times’ determina que para ser rico no tienes por qué ser disléxico, pero que sin duda, ser disléxico ayuda. ¿Cómo es posible? Muy fácil esto es debido a que las personas con dislexia se enfrentan a muchas dificultades a lo largo de su infancia y quién logra sobreponerse a ellas y desarrollar estrategias de pensamiento alternativas puede convertirse en una mente brillante. Así que ya sabéis, no dejéis de practicar estos ejercicios y juegos para superar la dislexia. :-)

Esta es una pequeña lista de cositas interesantes sobre la dislexia, si quieres añadir alguna curiosidad o ventaja, por favor, envíamela. ¡Será fantástico conocerla y añadirla a esta lista!
Curiosidades de dislexia - ventajas de las personas con dislexia




Comprensión lectora y dislexia: Ejercicios para mejorar la capacidad de realizar inferencias.

Hoy veremos divertidos ejercicios y actividades para ayudar a mejorar la capacidad de realizar inferencias, una estrategia que ayudará a los niños con dislexia o dificultades en la lectura a mejorar su comprensión lectora.

Ejercicios y juegos para tratar en casa la dislexia - Comprensión LectoraLa comprensión lectora suele resultar misión imposible para la mayor parte de los niños con dislexia, y más a medida que se hacen más mayores y la complejidad de los textos aumenta con cada curso. Pero ¿por qué les resulta tan complicado entender un texto? La respuesta es muy sencilla: como estos niños dedican todos sus esfuerzos a descifrar las palabras que tienen sobre el papel, les queda menos espacio en su mente para dirigir sus recursos a tareas más complejas, como la comprensión del texto.

Antes de profundizar en la estrategia dirigida a realizar inferencias, tal vez deberíamos repasar algunas actividades y ejercicios que ya propusimos, como estos juegos para mejorar en casa la comprensión lectora, y ejercicios dirigidos a estimular la comprensión lectora en niños de primaria trabajando el contexto lingüístico.

Una vez que ya hayamos dominado estas ideas junto a los pequeños con dificultades en la lectura, aún podremos mejorar más la comprensión del texto practicando nuevas habilidades.

Esta habilidad que se ha de trabajar es la capacidad para realizar inferencias, o lo que es lo mismo, deducir nuevas ideas a partir de lo que leemos. Es decir, no leer el texto palabra tras palabra y entenderlo como una secuencia de palabras, sino ir más allá, pensar en qué nos quiere decir ese texto.

De esta manera, una buena estrategia para mejorar la comprensión lectora,  es la siguiente:
  • Pedir al niño que parafrasee lo que está leyendo: Por ejemplo, al terminar de leer un párrafo, preguntarle “ufff… a ver si me he enterado bien, ¿me puedes explicar con otras palabras lo que ha pasado hasta ahora en el cuento?”. Comprobar que sabe qué está pasando, a quién, sobre qué…
  • Pedir al niño que vaya realizando predicciones de la historia que están leyendo: Una opción es que al asegurarnos de que el pequeño está comprendiendo lo que lee, antes de continuar, le preguntemos “¿y qué crees que podría pasar a partir de ahora?”. Inicialmente le podríamos dar alguna opción de lo que podría pasar, y qué él elija entre varias, para que, posteriormente sea él mismo quien proponga las opciones.
De esta manera, aumentaremos la atención del niño en el texto porque querrá comprobar si lo que ha predicho ocurre o no.

Ejercicios comprensión Lectora Dislexia

Con estas simples preguntas, nos aseguramos de que el pequeño está prestando atención a lo que lee, lo está entendiendo, y, sobre todo, está pensando en lo que lee de manera activa (que no solo lee una serie de letras, palabras y frases unidas en un papel). Esto siempre lo deberíamos hacer poniendo mucho entusiasmo en el texto o cuento que estemos leyendo con él, para que él vea que leer puede ser divertido y emocionante. Al principio, cuando empecemos a trabajar con los niños, deberemos ir haciéndole cada pregunta, una por una, y ayudarle a darles respuesta, ya que inicialmente les puede ser complicado. Sin embargo, poco a poco iremos quitándole ayudas al pequeño, a medida que veamos que él sólo puede hacerse cargo de cada tarea. Por ejemplo, la primera ayuda que podemos retirar es dejar de proponer opciones de cómo continuará el texto, y posteriormente no ayudarle a dar respuesta a cada pregunta, y simplemente supervisar sus respuestas y ayudarle y redirigirle en caso de que se equivoque. Finalmente, se trata de conseguir que el niño se plantee con cada texto esta serie de preguntas por sí sólo, para asegurarse de que está comprendiendo perfectamente. Es decir, el niño debe interiorizar esta estrategia.


Belén Tomé - Psicóloga


Mi hijo tiene dislexia ¿Qué puedo hacer?

Es cierto, la dislexia puede suponer una dificultad importante para nuestros hijos. Muchas familias, y lo que es peor, muchos educadores consideran que el trastorno afecta únicamente a la lectura-escritura. Pero no, no es sólo eso, desgraciadamente, con el tiempo y sin una buena intervención, la dislexia también repercute en el aprendizaje, la forma en la que los pequeños se relacionan con otros y hacen amigos. No pretendo ser alarmista (ni mucho menos) pero si, es importante que demos a esta disfunción la importancia que merece porque, al fin y al cabo, puede determinar el desarrollo de nuestro hijo.

Mi hijo tiene dislexia. ¿Cómo le ayudo?
Foto: PRO55Laney69 
A estas alturas ya habrás escuchado que la dislexia es uno de los resortes para el fracaso escolar y lo que es peor, una fuente de falta de autoestima y ansiedad que si no atajamos de raíz puede repercutir en su vida adulta… ¡Pero que no se nos venga el mundo encima! Mantengamos la calma. Con ganas y un poquito de paciencia nos sobrepondremos a este trastorno bastante común, que afecta a más del 10% de la población (¡siempre es bueno saber que no estamos solos!).
Sin embargo, estamos de enhorabuena. Hoy en día hay muchísima información y disponemos de programas magníficos que pueden ayudarnos a ayudar a nuestros peques.


¿Pero, hay tanta información que de qué me fío? ¿Por qué empiezo?

  • En el desarrollo de la dislexia si hay una fase fundamental, es la detección. Cuanto antes seamos conscientes del problema, más oportunidades tendremos de superarlo. Y, desgraciadamente, la mayoría de las escuelas no están preparadas para ello. De hecho, muchas veces, si nuestro hijo no aprende al mismo ritmo que el resto de sus compañeros, los profesores pueden asociarlo a inmadurez, despiste, falta de concentración… En fin, ¡Padres al poder! Los primeros síntomas pueden percibirse a los 3 años ¿Quieres saber cómo detectar la dislexia? aquí encontrarás una página bastante interesante. 
  • Sospechar que nuestro hijo padece dislexia no es una certeza. Acude a un profesional. Que, además de diagnosticarla, te dará magníficos consejos que te ayudarán a estimular su aprendizaje. Ah, y si tu hijo tiene dislexia, es probable que alguno de los padres también la padezca. Si no lo sabíais seguramente ahora empecéis a atar muchos cabos.
    Mi hijo tiene dislexia. ¿Qué puedo hacer?
    Foto: Miloš Marković 
  • Es importante que hablemos con los profesores para que entiendan el problema y puedan motivar a nuestro pequeño. Los niños con dislexia no aprenden de la misma manera, necesitan refuerzos visuales o auditivos para trabajar los contenidos. 
  • Los profesores y profesionales pueden ayudar, pero gran parte del trabajo va a ser en casa. Contigo a su lado apoyándole. Transmítele inquietudes, ganas de aprender, asegúrate de que entiende tus explicaciones y de que trabaja 
  • Una herramienta que es fundamental tener en cuenta es el programa de estimulación cerebral para niños con dislexia de CogniFit . Ha sido creado por psicólogos y neurólogos y los resultados sorprenden bastante. Conozco varios casos de niños que lo están usando o lo han usado y los papis están encantados. Además es súper asequible (creo que ronda los 17€). En varias asociaciones y colegios especializados para niños con dislexia lo utilizan
  • Es muy positivo que celebremos sus logros y capacidad de superación. Elógiale, resta importancia a los fallos y dásela al esfuerzo. De esta manera conseguiremos que se valoren. Porque lo peor que puede sucederle a un niño con dislexia es que sus padres o los profesores le espeten un “no te enteras”, o “lo que pasa es que no pones interés”, o “tus hermanos sacan mejores notas”. Esto puede afectar a su autoestima y autovaloración, y lo que no queremos es que el niño se sienta una causa perdida, o incapaz de afrontar lo que le exigen. Total, soy “tonto”, ¿para qué esforzarme? 
  • Que nuestros hijos sean conscientes del problema, pero…. No tanto. Seamos realistas, son chavales normales y corrientes, y créeme, si pueden escaquearse lo van a hacer. Algunos de ellos tratan de amarrarse a su problema cual clavo ardiendo para no dar palo al agua y librarse de cualquier tarea. En serio, son disléxicos, pero no tontos. Es importante mantener una rutina y plan de estudio.
Todos somos humanos y a veces nuestra paciencia toca techo. Esto es normal y frecuente, pero mantengamos el humor. ¡Tú puedes!  

Mi hijo tiene dislexia. Claves para ayudarle en casa