¿Qué es la dislexia?

La dislexia se enmarca dentro de los un grupo de trastornos denominados “Dificultades de Aprendizaje” (DA). Dentro de esta agrupación podemos encontrar diferentes subtipos de  dificultades de aprendizaje, como pueden ser:
-       Problemas escolares: El alumno presenta dificultad para aprender por alguna causa externa a él, como falta de   motivación o problemas en el cole o en casa.
-       Discapacidad Intelectual Límite: Presentan dificultad para aprender en general.
-       Dificultades Específicas de Aprendizaje (DEA): En este subgrupo se enmarca la dislexia y la discalculia.

Quien tiene una Dificultad Específica de Aprendizaje no tiene problemas intelectuales, no se debe a un mal programa formativo, no es por falta de motivación o de esfuerzo... Tener DEA tampoco se debe a problemas físicos y psíquicos. Es decir, se tiene todo lo necesario para aprender algo, pero no lo aprende. Y es precisamente el último factor el que hace que quien intenta enseñar una determinada materia a alguien con dislexia o discalculia se frustre, porque es difícil de comprender, es difícil ponerse en su piel.


Lo más curioso de las Dificultades Específicas de Aprendizaje ya se pude entrever en su nombre: Son específicas. Es decir, a alguien con dislexia SÓLO le costará el aprendizaje de la lectura (al menos los primeros cursos, más adelante es posible que empañe el aprendizaje de otras asignaturas que basan su aprendizaje en la lectura), y alguien con discalculia presentará dificultad de aprender SÓLO los cálculos numéricos. Por eso nunca se debe confundir a alguien con dislexia o discalculia con alguien “vago”, ni mucho menos “tonto”. Consiste en una incapacidad funcional para recibir y procesar esa información específica.

Inicialmente la dislexia implica el problema principal de dificultad en el reconocimiento de letras, conversión grafema-fonema (de la letra escrita en su sonido), múltiples sustituciones de letras, omisiones, adiciones, inversiones, lentitud, tanto en la lectura como en la escritura. En los primeros años no se suele dar mucha importancia a sus dificultades porque el niño suele ir pasando de curso con su trabajo, y suelen pasar desapercibidos, ya que no llaman mucho la atención al sólo fallar en una materia entre tantas.

Al no solucionarse, se dificulta a largo plazo el aprendizaje de la comprensión de palabras, de textos y el aprendizaje de otras materias (como la imposibilidad de aprenderse un libro de texto de ciencias naturales si te lleva muchísimo tiempo y no entiendes nada de lo que lees, como podemos ver en este ejemplo).

Y lo más preocupante, se suele asociar a pérdida de motivación por los estudios y al abandono escolar, en muchas ocasiones por la falta de conocimiento sobre la dislexia en los coles, la falta de comprensión y de apoyo que reciben estos alumnos, que hace que se crean lo que otros les hacen creer, “que no valen para eso”. No hay más que ver el vídeo de este enlace: El poder de tus palabras en el rendimiento de niños con dislexia.

Por ello, nunca se puede acusar a alguien con dislexia de falta de esfuerzo, de falta de interés… En muchas ocasiones se esfuerzan más que otros niños, y aun así no consiguen lo mismo objetivos. Lo que deberíamos hacer es todo lo contrario, reforzar cada uno de sus esfuerzos, independientemente de si el resultado es acertado o no, para que siga esforzándose y con el tiempo, su lectura y escritura vaya mejorando.


Belén Tomé   -   Psicóloga


3 comentarios:

  1. Conocí a una niña que tenía las siguientes características cognitivas: leía muy bien incluso con entonación de la lectura, las reglas básicas de la matemática las conocía a la perfección, podía redactar con sus propias palabras, leía bastante en relación a su edad (7 años) . Podría decirse que era independiente intelectualmente y podía aprender autodidactamente todo lo que quisiera. Sin embargo presentaba dificultad al escribir los números 3, 7 y sólo en la letra y ; los escribía al revés. Gustaba mucho de leer desde atrás hacia adelante. Su carácter era firme, era obediente en cuanto al conocimiento, muy traviesa pero gustaba de jugar sola, era mas bien introvertida pero no rayando en el exceso, se mostraba agresiva, cuando los niños varones la molestaban y lograba imponérseles duramente, pero entablaba más relación con los niños que con las niñas, le llamaba más la atención los juegos y las conversaciones de los niños hasta cierto momento. Por supuesto su memoria fotográfica era excelente. Provenía de una familia humilde dónde faltaba el padre y la madre era cocinera y trabajaba todo el día incluso en las noches. Era la 5 de 6 hermanos. El hermano mayor le llevaba 11 años el 4º hermano le llevaba 5 años y ella le llevaba 5 años al último hermano(todos eran varones). Que opinan de este caso?

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  2. Muy buen artículo, Belén.

    Desde nuestra experiencia, después de conseguir un buen diagnóstico temprano, el mejor tratamiento de la dislexia son las reeducaciones psicopedagógicas. Estas son un tipo de intervención educativa especializada que se utiliza para tratar la dislexia.

    Las investigaciones han demostrado que las reeducaciones psicopedagógicas pueden mejorar significativamente las habilidades de lectura y escritura de los niños con dislexia.
    Además se diseñan en función de las necesidades específicas de cada niño, se adaptan al estilo de aprendizaje de cada uno y a las necesidades y circunstancias de cada familia.

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  3. sandratovarpsicologa.com
    En la parte terapéutica, el tratamiento de la dislexia implica técnicas especializadas para mejorar la lectura y escritura, así como abordajes emocionales para fortalecer la autoestima y la confianza del individuo.

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